Tú, hipócrita, que das falsas imágenes para darte a conocer. Que aumentas tus risotadas para que parezca que te hizo gracia lo que realmente te parece estúpido. Que te haces ver mejor de lo que sabes que eres, que enseñas tus virtudes como defectos para parecer una víctima más.
Que corres a por ellos como si de una presa se tratase.
Y todo esto, que veo con odio, con rabia ya acumulada con el paso de los años, también lo siento con algo de envidia. Celos. Pocos, pero algunos.
Y no, no quiero mostrar lo que no hay, contar lo que no pienso. No quiero forzar lágrimas junto a mi risa para que pienses que me haces gracia. No. Pero si que quiero ser capaz de lentamente acercarme a ti, a todos, reírme lo justo y contar lo máximo, pero siempre lo que pienso. No contar mi vida nada más conocerlos. No meterme con otros para parecer más interesante. Se lo que quiero, no se expresarlo. Pero yo me entiendo.
Que corres a por ellos como si de una presa se tratase.
Y todo esto, que veo con odio, con rabia ya acumulada con el paso de los años, también lo siento con algo de envidia. Celos. Pocos, pero algunos.
Y no, no quiero mostrar lo que no hay, contar lo que no pienso. No quiero forzar lágrimas junto a mi risa para que pienses que me haces gracia. No. Pero si que quiero ser capaz de lentamente acercarme a ti, a todos, reírme lo justo y contar lo máximo, pero siempre lo que pienso. No contar mi vida nada más conocerlos. No meterme con otros para parecer más interesante. Se lo que quiero, no se expresarlo. Pero yo me entiendo.