Pero te paras a pensar, ves las gotas en la ventana, y recuerdas como de pequeña mirabas que gota ganaba la carrera, y si, también como pisabas cada charco, como te parabas a mirar al cielo e intentabas beberte la lluvia, como bailabas... empaparte el pelo era el mejor de los juegos.
Coges una chaqueta y haces por olvidar el paraguas, bajas corriendo las escaleras antes de que acabe ese sonido tan especial y sales fuera. Estiras los brazos y dejas que cada una de las gotas resbale por un cuerpo ya no tan niño. Comienzas a girar sobre ti misma y a preguntarte porque las cosas tienen que cambiar y hay que dejar atrás todo aquello que te hacia sonreír.
Ser mayor esta bien, pero ya no eres capaz de hacer de TODO algo divertido. Así que sal ahí fuera y baila, baila bajo la lluvia (;
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