Esta mañana me he despertado con una sonrisa en la cara. Acababa de tener un sueño fantastico en el que todo era tan real...
En el estabamos tu, yo y una noche de estrellas. De esas noches en las que hace frio para todos menos para ti, porque te encuentras entre sus brazos, con su chaqueta, que te queda más grande de lo normal.
Llevas meses haciendo el idiota con él, aguantando sus enfados y ayudandole a sonreir. Y hasta ese momento no te habías parado a pensar en por qué lo habías hecho. Esta claro que por amistad valía la pena. Pero... ¿por qué ahora notas mariposas mientras él te susurra al oido cualquier estupidez? Prefieres no pensarlo, se acerca el final del verano y no te servira de mucho para entonces.
El sueño continuaba y todos los que estaban a nuestro lado nos hicieron levantarnos e ir a dar una vuelta. Recuerdo vagamente como me agarrabas la mano y comenzabas a tararear aquella canción que un día me enseñaste y quedo como "nuestra". Yo me unía a ti y, como si de una pompa se tratase, nos aislabamos del mundo. Entonces me sonreías. Y callabas. Me mirabas, mirabas al suelo y volvias a sonreir. "Tengo algo que decirte". Me soltabas la mano, me agarrabas la cintura. Acercaste tu boca a mis oidos y susurraste. "¿Sabes esa persona que todo el mundo desea encontar? ¿Conoces esa sensación que te hace sentir mejor de lo normal? ¿Has escuchado alguna vez eso de que siempre buscamos y al final esta al lado, donde menos te lo esperas? Pues tú eres a quien tanto he buscado, quien me hace sentir mejor, a quien quiero tener entre mis brazos más que una noche de verano... Te quie....."
Y desperté, sabiendo que acabaria en un te quiero. ¿Por qué lo sabia? Ayer acabó asi mi noche. Todo era real, un recuerdo del pasado. Bueno, solo faltaba algo. Aquel beso que me robó antes de hacerme la niña más feliz del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario